AGREF toma en cuenta dos factores importantes en su proceso de selección: talento y valores. El talento permitirá que el jugador llegue a los niveles más competitivos y destaque en el equipo en el que se encuentre. Los valores van a permitir sostener el talento que los futbolistas tienen y ambos serán el complemento ideal para lograr los objetivos que se vayan a plantear en lo personal y deportivo.
En AGREF sabemos que un proyecto deportivo responsable implica necesariamente un diseño de proyección de carrera. Es por esto que, en conjunto con el futbolista y su entorno más cercano, ayudamos a elaborar un plan personalizado y orientado a cumplir los objetivos del mismo.
Comprendemos que el desarrollo va más allá de una cancha de fútbol, es por ello que complementamos a los futbolistas con un apoyo continuo para su desarrollo psicológico, físico y nutricional.
La relación con el entorno del deportista menor es fundamental para su adecuado desarrollo. Por ello se considera a la familia de manera directa en el tratamiento. Las sesiones con ellos son de carácter personal.
Al futbolista se le hará un seguimiento semanal principalmente con el objetivo de identificar cualquier conducta que no vaya de acorde a los objetivos planteados y de la misma manera fortalecer comportamientos asertivos. Es muy importante identificar patrones de conducta, sobre todo en sus tiempos de ocio y descanso. Es lo que llamamos el entrenamiento “invisible”.